Esta casa, construida en 1778 por Manuel Mutis Bossio, tuvo a Facundo Mutis, hijo de Manuel, como su primer propietario y se conoció como la "Casa Mutis" en su honor. Su nombre actual, "Casa Luis Perú de Lacroix," se debe a que Dolores Mutis, hija de Facundo, se casó con Luis Perú de Lacroix, autor del libro "Diario de Bucaramanga," que fue escrito en esta vivienda. A lo largo de su historia, esta casa ha servido como sede de diversas instituciones educativas, culturales y gubernamentales, como la Escuela Normal de Institutoras, el Club de Soto y la Procuraduría General de la Nación.
Desde el exterior del museo, se pueden observar detalles como una puerta de madera en el centro de la casa con un borde rojo y tres ventanas cafés protegidas por rejas metálicas. Al ingresar, a la izquierda, hay un cartel amarillo con información sobre la historia urbana de Bucaramanga, junto a una tableta electrónica con más detalles. A la derecha, dos columnas blancas exhiben imágenes y referencias históricas que abarcan desde el siglo XVIII hasta 1939.
El interior del museo cuenta con paredes blancas adornadas con carteles de diferentes colores que proporcionan información sobre autores y lugares conmemorativos de la ciudad. En la parte trasera, se encuentra un proyector de imágenes en una columna blanca, rodeado de sillas para los espectadores, y más adelante se ubican los baños.
Jaime Alberto Delgado, funcionario del Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga, destaca la relevancia histórica de este lugar, que radica en su papel fundamental para promover la cultura y la historia de Bucaramanga, a menudo desconocida por muchos ciudadanos.
En la actualidad, la Casa Luis Perú de Lacroix cumple la función de una sala de exposiciones que ofrece a los visitantes una experiencia enriquecedora a través de una galería de obras artísticas y conceptuales. Estas obras narran de manera vívida y evocativa la historia de Bucaramanga, proporcionando a todos los que la visitan la oportunidad de sumergirse en el pasado y comprender la evolución de la ciudad a lo largo del tiempo. Esta propuesta cultural no solo informa, sino que también busca deleitar y cautivar a quienes la exploran, convirtiéndose en un lugar de encuentro con el patrimonio y la identidad de la región.
