El Teatro Coliseo Peralta tuvo sus inicios en 1888 cuando Anselmo Peralta compró una casa grande con una estructura conocida como "Corral Español" del siglo XVII. Posteriormente, Emilio Garnica adquirió este espacio, que se convirtió en uno de los lugares más importantes de la ciudad para eventos deportivos, artísticos y culturales.
Las boletas para eventos en el Teatro Coliseo Peralta tenían un costo de ocho pesos, lo cual no era económico para la época, pero esto no impedía que las presentaciones artísticas atrajeran a un gran número de asistentes.
A lo largo del tiempo, el teatro perdió su prominencia como escenario importante tras el fallecimiento de los hermanos Garnica, quienes lo administraban. Sin embargo, en 1975, fue declarado Monumento Nacional y es actualmente administrado por el Club Kiwanis. El teatro sigue siendo utilizado para presentaciones artísticas, lo que ha contribuido a mantenerlo en funcionamiento.
Hasta 2016, el Teatro Coliseo Peralta albergó el Centro de Documentación Teatral Coliseo Peralta, un espacio especializado en teatro y artes escénicas de libre consulta a la comunidad, dirigido por la Corporación Escenarios de Mujer y apoyado por el Ministerio de Cultura de Colombia. Actualmente, este centro se encuentra en una ubicación cercana.
El teatro enfrentó desafíos en su estructura, techos, cocina y baños, lo que hizo necesaria una intervención por parte del Estado.
Este lugar parece tener una rica historia cultural y artística en Bucaramanga y continúa siendo un importante centro para eventos y actividades culturales en la región.