En la primera mitad del siglo XX, en Bucaramanga, surgió una necesidad apremiante de promover la cultura, dado el desarrollo y crecimiento constante de la ciudad. Para abordar esta necesidad, Julio Valdivieso se unió a Antonio Chedraui y a un selecto grupo social de la época, lo que llevó a la creación de la Sociedad Teatro Santander S.A. Esta sociedad no solo buscaba satisfacer la demanda cultural, sino que también tenía la visión de embellecer la ciudad con una estructura de alto nivel, siguiendo el ejemplo de las grandes urbes del mundo.
De esta manera, comenzó la construcción del Teatro Santander, bajo la dirección del arquitecto francés George Carpentier, y posteriormente, en 1948, experimentó una remodelación a cargo del arquitecto Federico Blodeck Ficher. La edificación se erigió en lo que entonces constituía el epicentro de la vida cultural, de esparcimiento y comercial de Bucaramanga: el Parque Centenario.
El Teatro Santander se convirtió en un emblema de la ciudad, un espacio donde la cultura, el arte y el entretenimiento florecieron. Su arquitectura fue un testimonio de la visión de embellecimiento urbano y desarrollo cultural de la sociedad de la época. Con el tiempo, el teatro se ha mantenido como un importante punto de referencia en Bucaramanga y ha continuado siendo un lugar para la expresión artística y cultural en la ciudad.
El Teatro Santander ha experimentado una transformación significativa en los últimos años, convirtiéndose en un animado centro cultural que celebra la pluralidad artística y enriquece la vida cultural de la comunidad. Su diversificada programación abarca desde las obras clásicas hasta las contemporáneas, y sigue siendo un lugar emblemático para apreciar diversas manifestaciones de las artes escénicas.
